DE CAMINATA POR LEÓN DEDICADA A UN BUEN AMIGO
El sábado día 14, madrugando un poco más de lo habitual (salimos a las 6:30 de las Casas del Carmen) nos encaminamos a nuestro especial fin de semana por tierras leonesas. El viaje se antojaba largo y debíamos parar un par de veces, además de en Lugo para recoger a los Chuses. Aún con intentar no perder tiempo, siempre anda Murphy merodeando (esta vez en forma de "amables agentes de tráfico" y de puentes más bajos que el bus) empezamos a caminar a la hora prevista, sobre las 11:30 desde La Ercina (Puerta de los Picos de Europa) y Sobrepeña hacia lo que en tiempos esplendorosos fue una gran explotación minera y que acabó sus días en los años 70, tomamos el camino de Condianos que va desde la Ercina hasta Casetas, donde se encontraban los antiguos yacimientos mineros de la zona. Estaba un día magnífico para caminar, casi despejado y con un ligero fresquillo, en algunos momentos hacía un poco de frío (el clima por aquí es muy frío y dicen las gentes que solo hay dos estaciones: "La de invierno y la del tren"). La ruta no ofreció grandes dificultades mientras no encaramos la ladera norte de la montaña, el Monte Palacio y el Peñón; son algo menos de dos km de fuertes subidas que se resolvieron muy bien haciendo un par de paradiñas para coger resuello. La vista de las montañas es impresionante, La Valdorria, Peña Galicia, el Pico Muelas, el Bodón hacia el Oeste y la Peña Rionda y el Pico Moro hacia el Noreste. Alcanzamos nuestro primer objetivo sorprendentemente a la hora prevista para comer (14:30) y encontramos el abrigo de unas peñas con abundante vegetación (encinas, robles y otros) que hizo que el yantar resultara muy alegre y relajado, con un exquisito olor a montaña (tomillo, lavanda, y una pequeña planta de olor a azahar que no supimos identificar).
Sobre las tres y media retomamos el sendero y ascendimos a la Peña del Castro, lugar elegido para hacer entrega, a una sorprendida Nieves, de una placa conmemorativa en honor de Marcelino Puente Bayón, amigo y presidente de nuestro club y que quedó fijada por las manos del experto Serafín en el punto más alto de este bonito monte de esta su tierra, La Ercina. Seguidamente comenzamos un fenomenal descenso hacia el pueblo, encontrando por el camino y en las praderas unos enormes champiñones (alguno superaba los 30 cm) que quedaron bien inmortalizados en algunas de las fotos de Manuel. Una vez llegamos nos detuvimos unos minutos frente a la casa de Marcelino, y después de una breve reflexión y dedicatoria nos dirigimos al autobús para el viaje hacia el hotel de Bembibre en donde pernoctaríamos para enlazar con la 2ª parte de la ruta.
El domingo 15, después de un buen desayuno nos dirigimos hacia el Morredero, monte de los Aquilianos en el que hay una estación de esquí (actualmente cerrada) para desde su falda norte empezar la ruta por Peñalba de Santiago y montes de Valdueza, siguiendo desde arriba el Valle del Silencio y los arroyos que vierten al río Oza, que discurre a través de él (arroyo del Silencio, el de Peñalba o el del Pico Tuerto) pudiendo ver desde arriba el pueblo de S. Pedro de Montes de Valdueza y el de S. Clemente. Después de permanecer largo rato en Peñalba, pueblo restaurado muy bonito y con una iglesia con restos de estilo mozárabe, comenzamos la subida serpenteando las montañas de El Corón y Anubleras por el camino de Matachana hacia S. Cristóbal. Con un esplendido día y unas panorámicas impresionantes, podíamos sentir una naturaleza exuberante con los tonos amarillos de las retamas, los blancos y rojos del brezo, restos de nieve en la Cabeza de la Yegua y en el Pico Tuerto, los verdes ocres de La Guiana, con su ermita recortada sobre el cielo límpido y azul, pasamos por encima de Manzanedo de Valdueza incrustado bajo nuestros pies, con una inmensa Ponferrada en la lejanía ante nuestros ojos. Así nos fuimos acercando al Mesón La Rueda (S. Cristóbal de Valdueza) en donde nos espera un cocidito Maragato-Berciano que nos ponga a tono y nos de fuerza para visitar el tejo, que según el cartel que lo anuncia es "milenario" aunque solo tenga 800 años… y así emprender el retorno a casa, con parada en Ponferrada, en la zona del castillo de los Templarios y Puente Ferrado para refrescarnos, con la satisfacción de ver cumplidos nuestros objetivos deportivos, de ocio y de homenaje a nuestro querido Marce.
HORARIO PARA PREINSCRIPCIONES
Viernes día 6 de Mayo
